Cómo hemos explicado largo y tendido en diferentes artículos en nuestra comunidad, resulta crucial buscar la densidad nutricional en todo alimento que decidamos incorporar a nuestro sistema. Cereales, legumbres y la fibra, contienen inhibidores de proteasas que nos impiden digerir la proteína de manera efectiva. Las plantas, no contienen ni un solo miligramo de los ácidos grasos omega 3 y 6 que necesitamos y ademas cuentan con precursores que presentan una mala conversión a estos ácidos grasos esenciales que tanto necesitamos. Además, los antinutrientes de las plantas pueden causar graves deficiencias de minerales en la población, tal es el caso de los fitatos.
Ante este panorama de alimentos poco efectivos y comidas procesadas -que no deberían entrar ni en la categoría de alimento-, resulta fácil destacar aquellos que presentan la mejor biodisponibilidad de proteína y ácidos grasos, los más efectivos para el ser humano:
– Comida de origen marino, especialmente moluscos y crustáceos, pero también pescado y algas.
– Carnes y sus vísceras.
– Productos lácteos.
– Huevos.
Y es en este punto en el que queremos hablaros aquí de carne y lácteos.
Por efecto de una propaganda interesada se tiende a infravalorar -e incluso a temer- la carne y los derivados lácteos, a pesar de presentar un perfil ideal de aminoácidos y nutrientes repletos de potentes antioxidantes -prácticamente inexistentes en las plantas- como la taurina, creatina, carnosina, anserina y 4-hidroxiprolina… que cumplen muchas más funciones en nuestro organismo:
• para prevenir y tratar la obesidad,la disfunción cardiovascular y los trastornos relacionados con el envejecimiento,
• inhibir la tumorigénesis,
• mejorar la salud de la piel y los huesos,
• mejorar anomalías neurologícas,
• y tantas otras…
Ahora bien…
¿Por qué Viturón?
Simple. Porque la densidad nutricional que aporta la carne depende directamente del ambiente y el entorno en el que se desenvuelven los animales. De su bienestar. Un modo de vida natural se traduce en una carne de mejor calidad y en Viturón se cumple con creces este punto. Una ganadería pequeña y muy limitada llevada por una familia que ama lo que hace y que elige un modelo de ganadería extensiva y sostenible con animales que se alimentan de lo que se deben alimentar, de pasto. Con todo lo que esto implica desde el punto de vista nutricional. Desde el punto de vista gastronómico, es más simple aún: los mejores cortes de las mejores carnes seleccionadas proporcionan el mejor sabor.
No es difícil acertar con los productos de esta finca.
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