Tiempo de lectura estimado: 20 minutos.
¿Debo contar calorías?
NO. Contar calorías forma parte de la peor estrategia alimentaria posible. Es un enfoque errado, perjudicial para muchos, nacido del desconocimiento profundo de la bioquímica humana; de una lógica infantil. Por supuesto que haremos un artículo dedicado a las calorías. De esta manera, desterraremos para siempre del pensar de aquellos que nos leéis cualquier iniciativa relacionada con el intento de creer que las calorías tienen algo que ver con la nutrición humana, y proporcionaremos las herramientas adecuadas para que podáis debatir con vuestros cuñados.
De igual manera, uno siente la necesidad de contar gramos. Gramos de proteína, de grasas, de carbohidratos… Aunque pueda ser útil en el inicio del proceso que involucra la restauración del sistema, tampoco es necesario. Explicaremos el porqué a continuación.
Finalmente, para poner fin a esta breve introducción, confesaremos que nosotros mismos lo hemos hecho. Cuando, allá por 2017, adoptamos una alimentación acorde a nuestra especie, hemos contado calorías primero y gramos después. Es por eso que, transcurridos los años, con nuestras células trabajando de manera óptima, podemos escribir este artículo y explicar lo que sucede.
Existen 3 tipos de alimento
Dejando atrás las calorías y los hábitos modernos que incluyen el consumir comestibles de supervivencia en múltiples comidas a lo largo del día, establecemos los tipos de alimento que son indispensables para mantenernos vivos. Somos anatomía + energía. Por orden de menor a mayor importancia:
- Alimento ordinario. El que metemos por la boca. Sin él, una persona delgada difícilmente podría durar 1 o 2 meses.
- Aire. Sin respirar oxígeno, un nutriente esencial, estaríamos muertos en cuestión de minutos.
- Impresiones. Nos alimentamos de ellas a través de nuestros órganos de percepción. Incluye el alimento más importante de todos, la Luz del Sol. Va mucho más allá de la vitamina D, que es a todo lo que ha reducido la “ciencia” de la salud al Astro Rey. Del Sol dependen todas las hormonas humanas. No se puede hacer uno la idea del error que hemos cometido utilizando sustancias y objetos anti-evolutivos como cremas solares o gafas. Todo esto interfiere en la correcta relación Humano-Sol, el primer y más importante alimento de todos. Habrá tiempo para escribir sobre la literatura detrás de este apasionante tema.
Los 3 centros del Ser Humano
Con frecuencia oímos expresiones como cuerpo y espíritu, cuerpo y alma, mente y cuerpo, mente cuerpo y espíritu… Sin embargo, según una antigua enseñanza, una división más comprensible del ser humano comprende tres centros:
- Centro mental. Se encarga del pensar lógico.
- Centro emocional. Nos permite experimentar la vida a través de los sentimientos/emociones.
- Centro motor/instintivo. Lo conforman las funciones del movimiento, del habla, de los cinco sentidos… La que nos interesa para este artículo, la parte instintiva, comprende aquello que ya está desarrollado en el momento de nacer. Por ejemplo, la respiración o el funcionamiento interno de nuestro cuerpo a nivel celular. No tenemos que hacer nada o manifestar voluntad para que funcione. Lo hace solo. Y esto último es la clave de lo que te vamos a contar.
Cuando el organismo no opera correctamente
Es importante que uno reflexione sobre el trabajo de estos tres centros. Cada uno con su función específica. En el reino animal, la regulación del hambre y del apetito no debe implicar al centro mental o al centro emocional. El centro instintivo se debe ocupar de ello. Otra cosa es que el humano, a diferencia del resto de las especies, pueda y quiera disfrutar de una buena comida con su centro emocional, o utilizar el centro mental para preparar tal o cual receta, etcétera. De lo que estamos hablando es del hackeo o pirateo del sistema instintivo que padece el humano domesticado. El Dogma ha sabido hacernos esclavos de la comida en favor de sus intereses.
Así, podríamos imaginar una escena en la que una persona metabólicamente enferma, con malos hábitos alimenticios y un estilo de vida antievolutivo, se encuentra frente a un donut:
· Su centro instintivo, su función celular, está corrompida; hackeada hemos dicho.
· Su centro emocional siente que está haciendo algo malo. Surge el remordimiento.
· Por su centro mental transcurren pensamientos innecesarios —‘uno más y lo dejo’. Incluso si esta persona está contando calorías por “prescripción” de algún experto mal informado, tal vez comience a realizar cálculos para conocer si con ese donut se pasa de las que le han «recetado».
Cuando el organismo opera correctamente
Todo resulta más sencillo cuando uno se encuentra reancestralizado, des-domesticado si se permite la expresión. Su centro instintivo, es decir, su función celular, funciona a la perfección. De este modo no necesita contar calorías ni gramos. Cuando ve un donut o una barra de pan no siente atracción ni antojo. Simplemente no lo interpreta como comida. No siente hambre cuando las células no necesitan nutrientes y, cuando come, lo hace hasta saciarse. Todo funciona engrasado, nunca mejor dicho; a la perfección. Damos fe. El cuerpo, la función instintiva, nos dice cuándo y cuánto debemos comer. Y podemos disfrutar de ello sin remordimiento. Sabiendo que es lo mejor para nosotros.
El alimento es información
Cuando empezamos a poner el foco en nuestra alimentación, básicamente nos preocupamos de dos cosas:
- Qué como.
- Cuánto como.
Si pretendemos seguir una dieta cetogénica bien formulada, la primera pregunta quedaría resuelta en el primero de nuestros artículos básicos al que puedes acceder haciendo click aquí.
Ahora bien, la mayor controversia surge respecto a la cantidad. ¿Cómo saber cuánto debo comer?
Los nutrientes, el alimento ordinario que ingerimos, actúan como información celular. Son moléculas señalizadoras que activan o inhiben diferentes procesos imprescindibles para nuestra subsistencia. La desregulación (desinformación) que se produce al mantener una alimentación inadecuada es uno de los desencadenantes del síndrome metabólico (obesidad, hiperinsulinemia, tensión arterial elevada…).
Ir contra el diseño humano provoca enfermedad
El hombre moderno, domesticado, se relaciona de manera antinatural con la comida y con la luz del Sol. De esta manera, ha terminado pervirtiendo su diseño hasta el punto de costarle su salud y, demasiado frecuentemente, la vida.
La equivocada manera de entender el acto sagrado de comer y la facilidad con la que denominamos alimento a cualquier cosa que seamos capaces de digerir —e incluso a alguna que no—, se ha llevado por delante nuestra habilidad, forjada a través de milenios, para responder convenientemente a determinados estímulos.
La leptina es una hormona secretada por nuestras células de grasa que se obtiene primeramente al nacer a través de la leche materna y le indica al hipotálamo lo que necesitan los 37 billones de células que tenemos en todo el organismo. Es esta hormona, y no las calorías, la principal reguladora del metabolismo energético, el estado hormonal o la fecundidad, entre otras funciones. La inadecuada exposición al Sol o el consumo abusivo de carbohidratos y luz artificial nos convierten en resistentes a ella, volviéndola disfuncional.
Las condiciones de la vida paleolítica
A un ser humano ancestral le hubiese costado perjudicar su metabolismo de la manera en la que lo hacemos en pleno siglo XXI, en las condiciones naturales en las que se desenvolvía, a través de los alimentos repletos de nutrientes que lo rodeaban. Comía hasta saciarse cuando las circunstancias le eran propicias. Y ayunaba —probablemente de manera forzosa— cuando no lo eran, dejando paso a los procesos de reparación y regeneración celular tan necesarios, aún sin saberlo. Su sistema estaba perfectamente balanceado y optimizado para señalizar el momento en el que sus requerimientos nutricionales estuvieran cubiertos y no hubiera necesidad de incorporar más.
El ser humano ha perdido el contacto con la Naturaleza y ahora es incapaz de controlar su apetito. La vida moderna, con sus brazos cada vez más alargados, lo ha domesticado destruyendo su capacidad para relacionar armoniosamente la mente, las emociones y el cuerpo. Los falsos simuladores de una realidad distópica terminan por corromper un sistema bien diseñado. Se nos trata de confundir para que reconozcamos todo tipo de comestibles como alimento. Pero nada más lejos de la realidad, comer no siempre es alimentarse. Los comestibles de supervivencia (gracias a @jotalowcarb -Instagram- por el término), aquellos que evitaron que comunidades enteras murieran de hambre (cereales, harinas…), jamás deben formar parte de la base de nuestra alimentación, como lamentablemente está ocurriendo. Ya sabemos que lo que es importante para la supervivencia de la especie, no necesariamente lo es para la prosperidad del individuo.
Las cantidades de comida que debemos ingerir han de ser estipuladas por el centro instintivo
Todo ser de nuestra misma especie necesita incorporar con la dieta los nutrientes adecuados en una proporción que dependerá de su composición corporal y actividad, de forma que al ingerir cualquier otra cosa, estaríamos errando. Y las cantidades y el tipo de alimento es algo que nuestro centro instintivo y la disponibilidad local y estacional deben regular; nunca el centro mental o el emocional. Estamos dejando de ser efectivos. Y todo aquello que incorporemos que no sea un alimento real se puede convertir en un lastre que se podrá soltar con mayor o menor facilidad, o quedarse para siempre, según nuestras condiciones particulares.
El hambre y la saciedad son dos mecanismos importantes involucrados en la regulación del peso corporal y de la salud. Aunque parece que los seres humanos pueden controlar el consumo de alimentos a voluntad, existen factores dentro del propio sistema nervioso central que son los que realmente regulan la ingesta del alimento y el gasto energético. Es decir, el centro instintivo. Y es que las acciones de los centros de hambre/saciedad del cerebro están influenciadas por los nutrientes —incluyendo la luz del Sol—, el potencial energético de la célula, las hormonas y otras moléculas de señalización.
Los esclavos de la comida
En medio de toda la moderna polémica que rodea a la práctica del ayuno, la cuestión no es si debemos ayunar o no; ni cuándo hacerlo. Estos debates son absurdos. La realidad es aquello que, cuando dejas de creer en ella, sigue estando allí. Y en este caso, es la siguiente:
Si no puedes pasar varios días sin comer, entonces tienes un problema. Tu metabolismo está dañado. El Ser Humano está perfectamente diseñado para ayunar durante largos períodos de tiempo. El equipo STRO constituimos un claro ejemplo, ya que podemos pasar muchos días solo con agua, sin que suponga mayor problema. Al contrario.
Los cuerpos cetónicos son la principal fuente de energía para el cerebro en los periodos de ayuno y/o escasez de carbohidratos. Sabemos esto desde los experimentos de George Cahill (Universidad de Harvard) en las décadas de 1960-1970. Además, pueden desempeñar un papel importante en el control del apetito (es necesario distinguir entre apetito y hambre), especialmente en el periodo conocido como ceto-adaptación, en realidad mejor llamado readaptación a la cetosis o fase de recuperación de la flexibilidad metabólica.
Según la evidencia reciente, las señales corporales que urgen la ingesta de comida parecen ser inducidas bioquímicamente solo en caso de que se produzca privación de energía y nutrientes a nivel celular, como es el caso de un ayuno prolongado. Sin embargo, generalmente, estamos controlados por factores sociales, culturales y ambientales estrictamente relacionados con el estilo de vida moderno. No fuimos diseñados para comer cada 3 horas. Hubiese sido un error. Ni tampoco para utilizar equivocadamente el alimento como recurso para combatir el aburrimiento, el estrés o la ansiedad. No se puede encontrar el sentido a comer sin necesidad. Y menos aún, comidas vacías de nutrientes, envasadas en plásticos, que nos dejan aún más hambrientos en el mejor de los casos y que, en el peor, pueden llegar a perjudicarnos. En un mundo donde la palabra sostenibilidad se usa frívolamente, este tipo de hábitos son precisamente los que no resultan sostenibles.
Hemos pasado de depender de las señales de nuestro cuerpo, del centro instintivo, a depender del conteo de calorías y de la tecnología. No nos está yendo bien, siendo la única especie del planeta, junto con nuestras mascotas, que presentamos enfermedades crónicas.
La Torre de Babel celular
Al igual que el maestro zen hacía desbordar la taza de té para hacerle ver al alumno candidato que no se puede rellenar algo que ya está lleno, nosotros tratamos de hacerlo mecánicamente con nosotros mismos, por no haber inducido la señalización adecuada durante demasiado tiempo. Por no haber sabido alimentarnos de aquellas sustancias bajo las cuales se forjaron nuestros genes mitocondriales y nucleares. Por haber tratado de leer en un lenguaje que no era el nuestro. Y bajo estas condiciones, como Torre de Babel, nuestra salud jamás alcanzará su plenitud, quedando a medio construir.
Es por esto que, cuando comenzamos este estilo de alimentación fundamentada en alimentos densos nutricionalmente, podemos encontrarnos perdidos a la hora de valorar las cantidades que requerimos en nuestro caso en particular.
Se estima que necesitamos incorporar de 1.5 a 2 gramos de proteína por kilogramo de peso ideal.
De manera que, un individuo de 90 kg con sobrepeso, que pretendiera bajar a los 80 kg, debería consumir de 120 a 160 gramos de proteína al día. Y a partir de ahí, la grasa correspondiente que le hiciera sentirse saciado —típicamente los mismos gramos de grasa que de proteína.
Pero esto tan solo ha de tenerse en cuenta como mera referencia ya que, a pesar de disponer del mismo diseño evolutivo, cada individuo ha de adaptarse a su manera particular e intransferible de relacionarse con su entorno. Cuando iniciamos el proceso que nosotros denominamos REANCESTRALIZACIÓN, contar los gramos puede ser una herramienta útil, pero solo hasta que nuestras células vuelvan a comunicarse de manera correcta. A partir de ahí, nuestro centro instintivo se encargará de decirnos cuánto debemos comer —e incluso qué es lo que debemos comer. Paciencia, nosotros mismos lo hemos experimentado.
Sin embargo,
Nunca se deben contar calorías
Por cuatro razones fundamentales:
- La fructosa, por ejemplo, no ofrece la misma información al organismo ni sigue las mismas rutas metabólicas que el ácido graso DHA o el aminoácido leucina. En realidad, ninguna biomolécula lo hace. Por tanto, 1 kcal de fructosa no es lo mismo que 1 kcal de leucina o de cualquier otra cosa.
- Las calorías son una medida inventada por el ser humano, fruto de quemar comida en un calorímetro (bomba calorimétrica). Nuestras mitocondrias no solo producen calor, sino ATP + calor + H2O + CO2 + Radicales Libres. Además, la relación ATP/calor/etcétera, es diferente entre individuos, pero también dentro de cada individuo, dentro de cada célula y dentro de cada mitocondria (puede haber miles por célula).
- No todas las supuestas calorías de la comida serán utilizadas para generar ATP o calor. Muchas de ellas, más de la mitad, tendrán otro propósito bien diferente.
- A diferencia de los gramos, es imposible medir las calorías presentes en una comida. Por poner un solo ejemplo, se dice que las grasas tienen 9 kcal por gramo y esto es falso. Dependiendo del ácido graso puede variar entre menos de 4 y 9,2 kcal por gramo. Como evidentemente no disponemos de un aparato casero para medir la concentración de cada uno de los cientos de ácidos grasos diferentes en una comida, es imposible saber cuántas calorías tiene nuestro plato. Así que no seamos ridículos.
¿Cómo facilitar al organismo el proceso de Reancestralización sin contar calorías o gramos?
Nosotros priorizamos en cada ingesta los alimentos más nutritivos y biodisponibles:
- Carnes y sus vísceras.
- Huevos.
- Pescados.
- Mariscos.
- Lácteos y derivados.
Y solo después, abrimos la ventana para incorporar otros menos efectivos pero perfectamente complementarios, como podrían ser los vegetales, setas, algas, frutas salvajes, frutos secos… De esta forma, conseguimos no saturarnos con alimentos poco densos en nutrientes. El huevo presenta una proporción perfecta de biomoléculas (proteína + grasa). Por tanto, es una excelente opción para re-entrenar nuestro organismo.
Se suele cometer el error de introducir primero alimentos que, aunque compatibles con una dieta saludable como la que nosotros seguimos, son poco densos en grasas y proteínas animales. Por ejemplo, vegetales o frutos silvestres ricos en fibra (que no se digiere). De esta forma, te llenas rápidamente y, si uno cuenta gramos, llegar al objetivo se convierte en un suplicio. Especialmente si se practica el ayuno intermitente.
Nosotros hemos aprendido que cuando comemos primero los alimentos que importan, ya no es necesario andar contando gramos (y mucho menos calorías). Sabemos que ingerimos los nutrientes que necesitamos, en la proporción correcta, para la consecución de nuestras metas (composición corporal, ejercicio, salud…).
Existen dos tipos de hambre: el de verdad y el de mentira
También deberemos aprender a distinguir entre hambre fisiológico y hambre psicológico, sobre todo en el comienzo del cambio. En caso de una restricción energética severa (mucho tiempo sin comer), sin duda, nuestro cuerpo nos enviará señales inequívocas para que ingiramos alimento. Esto sería lo que se conoce por hambre fisiológico.
En cambio, y sobre todo en los inicios, se da otra clase de hambre por el cual, a pesar de haber incorporado los nutrientes necesarios con una alimentación bien formulada, experimentaremos antojos, normalmente por algún alimento en particular. No lo necesitamos realmente. Pero sentimos el impulso, a veces irrefrenable, de satisfacer nuestros deseos para calmar la ansiedad, por aburrimiento, o condicionados por el entorno. Esto es lo que se conoce por hambre psicológico, que debemos tratar de evitar satisfacer. O al menos, hacerlo de manera inteligente. Con un bulletproof coffee por ejemplo. Alimento nutritivo y saciante, sencillo de incorporar. Se avecina una guía imprescindible con toda la bioquímica acerca de esta gran herramienta.
Concluyendo
Haciendo de la densidad nutricional nuestra prioridad y permitiendo que el Sol siempre nos acompañe en nuestras comidas, aún escondido tras unas nubes, no tardaremos en restaurar el sistema encontrándonos en disposición, ahora sí, de interpretar debida e instintivamente la señalización hormonal reguladora de nuestro apetito, factor clave en nuestro camino hacia la reancestralización.
Atiborrarse de marisco, carne, huevos y pescado, nunca fue, es, ni será el problema.
Oh, que maravilloso leer esto, porque es el relato mismo de lo que hemos experimentado una alimentación evolutiva. Cada palabra es signo de testimonio junto con la literatura como bien ustedes dicen. Gracias enorme por éstos aportes tan verdaderos que en lo particular tranquilizan más aún me expectativas de vida y longevidad. DIOS les bendiga. 👏🏻😘🙏
Dios te bendiga a ti también, Alejandra 🙏
Hola, me encanta toda esta información, pero tengo varias dudas: Si el hombre paleolítico hacia ayuno «forzoso» xq supone q nosotros debemos disfrutarlo?
3. De donde saca que la luz azul da cáncer? (Cubrirse el cuello de la luz celular?)
4.»típicamente los mismos gramos de grasa que de proteína.» Como va a ser lo mismo si la dieta keto es 75%grasa?
5. En cuanto tiempo nuestras células se comunican entre ellas oara dejar de contar calorías?
6. Xq se menciona a la fructuosa en el conteo de calorías si la dieta keto no tiene frutas?
De antemano agradecida. Saludos 🤗
Excelente
🙏
Tenemos inmensa suerte de contar con ustedes!
Canto engañados hemos estado .
Queda un largo camino aun
Muchas gracias de corazón
Muchísimas gracias a ti. La suerte de que nos lea gente como tú es toda nuestra 🙂
Excelente artículo, conciso y esclarecedor. Esperando el siguiente .
¡¡¡¡Enhorabuena al equipo que hacéis!!!!
¡Gracias Joaquín!
Excelente artículo desde que empecé a leerte he cambiado mi estilo de alimentación y de vida . Nunca me había sentido mejor , nunca me había despreocupado tanto por que voy a comer ? No tengo ansiedad ni estrés. Vivo feliz me siento cada día mejor. Ayuno sin problema y como cuando mi cuerpo me lo pide.
Gracias por cada artículo que dedicas a educar al ser humano así como tú excelente libro 🙏
Muchas gracias por tu comentario Andrea. Seguro que puede inspirar a mucha gente.
Gracias de nuevo por compartir vuestro conocimiento!
Estoy adoptando hábitos de vida cetogénicos des de hace poquito por cuestiones de salud que llevaba arrastrando des de hace muchos años. Los resultados a nivel físico, y también de analítica en marcadores tumorales, han sido muy buenos. Pero la lectura del artículo del blog me ha dejado alguna duda.
En vuestro libro habláis de la gluconeogénesis y me hizo replantear la importancia de no sobrepasar el consumo de proteína para evitar convertir ésta en glucosa. Pero leyendo el artículo mencionáis que no es necesario contar gramos y me surge la duda si, en casos terapéuticos, se sigue la misma línea de no contar. También si disponéis de información sobre el tiempo necesario para conseguir un reseteo del metabolismo celular.
Gracias por todo!
No podemos dar consejos médicos o nutricionales ni es nuestro objetivo. Por supuesto que si uno está enfermo con alguna de las enfermedades de la civilización, debe tener en cuenta muchos más factores. Como se suele comentar en la literatura científica, en este caso, las grasas deben primar (saturadas y monoinsaturadas). Pero la proteína es esencial, así que todos los días que uno coma, debe primar fuentes muy biodisponibles (huevos, carne, etc…). Lo importante es estar al aire libre, viendo amanecer y atardecer sin gafas, lentillas… exponiendo la piel. Ponerse en hora con el Sol cada poco. Estar enchufado a la Naturaleza. Así el reseteo, que depende de la persona, se adelanta.
Carlos, me encanta todo lo que escribes! Pero mi gran duda, ahora que estoy embarazada. Debo seguir una dieta cetogenica? Debo ayunar? Es conveniente seguir sin consumir frutas, y pocas verduras? En mi otro embarazo mi dieta estuvo llena de frutas, verduras, frutos secos y pescado, y nada de café y lácteos. Ahora estoy en otro paradigma, que me recomiendas? Que recomiendas durante el embarazo?? Muchas gracias!
He de decir lo primero que esto está escrito por Ricardo también. Después, yo no puedo recomendar nada a nadie, y menos a mujeres embarazadas. No nos dedicamos a hacer recomendaciones porque no es nuestro trabajo. No somos médicos ni nutricionistas y esa es su labor. Mi opinión, si lees el artículo sobre la dieta cetogénica que hemos escrito en este blog, te dará pistas. Por supuesto que pienso que una embarazada puede seguir una dieta cetogénica. Conozco decenas de casos en primera mano y miles de personas, investigadores, etc, lo han hecho. No creo que el ayuno sea la mejor estrategia para una persona embarazada. Hay un tiempo para cada cosa. Lo más importante, en mi opinión, recibir la luz del Sol y pasar tiempo fuera de casa. Preferiblemente en la Naturaleza. Como siempre, esto no es consejo médico ni de ningún otro tipo. Para ello, consulta a alguien que pueda dártelo. 🙂
Genial el artículo Carlos, lo que se aprende contigo es impagable. Yo hace tiempo que no cuento calorías, pero a pesar de llevar en ceto ya un tiempo, el tema de requerimientos de proteína se me hace complicado. Aunque como hasta saciarme la cantidad de proteína no es suficiente, y lo noto, lo que me ha llevado a suplementar con batidos hsn línea keto muchos días. ¿Cuán malo ves esto? ¿Algún consejo?
Gracias por todo, Carlos
Cuando uno comienza por meter carne, huevos y pescados y complementa solo después con otras cosas, es más fácil meter lo que importa. Cuando metes una ensalada a la vez que la carne, uno se sacia con la fibra. Es nuestra opinión. Lo que a nosotros nos funciona. Hay que darse cuenta que el alimento que entra por la boca es importante, pero lo es mucho más estar enchufado a la Naturaleza y a la luz del Sol. Yo también consumo proteína de HSN. Sin problema en mi caso. Debemos dar créditos a Ricardo también, ya que lo escribimos todo juntos.
¡Un saludo Myriam! Muchas gracias por tu comentario.
Maravilla de post, como todo lo que escribis.
Estoy en la mitad del libro y es súper interesante, todavía tengo bastante desconocimiento y espero aprender más con éstas herramientas que nos dais! Lo que más me está costando es «desengancharme» de la tostada del desayuno…. algún consejo ?
Un saludo y deseando que saquéis un siguiente libro.
Estefanía! muchas gracias por tu mensaje. Para desengancharse de la tostada de la mañana hay que ir poco a poco. Primero uno debe entender que el gluten y demás proteínas presentes en el cereal y, por tanto, harinas, es una mala información celular. Son proteínas inflamatorias, causantes de daño. Todo comienza con un cambio de mente. Con un «darse cuenta». Con la práctica, el organismo aprenderá a ver esas sustancias como comestibles de supervivencia 🙂
Maravilloso, como siempre. Espero ser capaz de llegar a eso…
Seguro que lo consigues Cris. Abrazo grande.
Hola! llegué a esta página a través de un post en instagram sobre el caldo de huesos…es que me considero una experta en el tema, soy medio fanática, lo recomiendo, lo preparo, lo comparto, lo cocino durante dos días…uso huesos de animales alimentados con pastos (aquí en Argentina, es fácil de conseguir). A lo que iba, me he guardado esta página en favoritos, super interesante, muy claro, muy bien explicado. Muy necesario. Se agradece! Un abrazo!
Muchas gracias Elsa. ¡El caldo de huesos es fantástico!
Puedo quedarme horas leyéndote. Estudio nutrición pero jamás le dedicó las horas a leer lo que me envían a estudiar, como le dedicó a mirar tu web. Enriquece mi carrera carlos. Bendiciones
Muchísimas gracias Yoana. Este mensaje nos encantó 🙂
Maravilloso post, Carlos y Ricardo, muy agradecida con ustedes por toda la información tan valiosa que nos brindan. A comienzos de este año los conocí en Instagram, leí su libro (fascinante) y quedé impactada al darme cuenta de toda la información errónea que traemos de toda una vida. Estoy ya hace unos meses en este hermoso cambio, y aunque no ha sido fácil en un principio, los cambios en mi salud han sido increíbles.
Muchísimas gracias por todo el conocimiento que aportan!!!
Muchísimas gracias a ti por contar tu experiencia 🙂
Una vez mas, Carlos, me sorprendes gratamente. Que verdad hay en todo lo que nos cuentas en este articulo. Según voy leyendo voy identificandome con muchas de las cosas que nos cuentas, lo bueno que estoy probando día a día y dejando lo malo atras. Gracias por seguir iluminando nuestro camino hacia la salud FISICA y MENTAL.
Este artículo es más de Ricardo que mío, pero sí, los dos compartimos 100% lo que pone. Te mando un fuerte abrazo y muchas gracias por el apoyo.
Un gusto poder abrir este blog y documentarme mas a fin de mejorar mi calidad de vida luego de las secuelas post covid, Dios les bendiga sigan ayudando con sus aportes a muchas personas. Saludos desde Colombia de una Venezolana hija de Asturianuuuu. Att Lizeth Alvarez
¡Esos genes asturianos! Muchas gracias por leernos Lizeth 🙂
Hola Ricardo y Carlos . Un placer leeros .
Yo sigo intentándolo. Cuento con mucho sobrepeso y terminó cayendo en los vicios, aunque mi yo interno sabe que tengo que regresar al origen para sentir esa plenitud que ansío. Para cuando la reancestralizacion,please??? Creo que ya ayudan muchísimo pero las cabañas van a ser la bomba. Deseando ir. Un abrazo enorme
¡Lurdes! Más ganas que tenemos nosotros no las tiene nadie 🙂 Te mandamos un fuerte abrazo y aquí estamos para lo que sea.
Enhorabuena por vuestro trabajo, Carlos.
Ha sido un verdadero despertar en todos los sentidos. En mi caso al menos, ha coincidido con todo esto de la PLANdemia que vivimos. Bendito “plan” si ha contribuido para este despertar, para tomar consciencia del sistema corrupto y gangrenado hasta el tuétano que nos ha gobernado y nos gobierna. Y que haya gente tan valiente como vosotros liderando este movimiento y haciendo despertar a la humanidad… increíble…
Mi vida ha cambiado totalmente desde que aplico vuestros consejos de reancestralización, que no es otra cosa que aplicar el sentido común que el sistema nos hizo perder.
Muchas gracias de corazón. No os aburráis ni os rindáis, vuestra labor es FUNDAMENTAL para el despertar de esta humanidad tan adoctrinada y aborregada. Sigo cuentas en IG como la tuya, nutrillermo, la nutricionadora, alejandro dietista, dra. vanesa, doctorheal, depuramente… y otras muchas. Sois la LUZ DE DIOS en medio de tanta oscuridad. Dios os bendiga. Fuerte abrazo desde Sevilla.
Mil gracias por tu comentario. Rendirse no es posible. Cuando uno tiene un conocimiento sobre algo que atañe a muchos, está obligado a contarlo. Y más en estos tiempos. Un fuerte abrazo, Fernando.
Buenas Carlos, encuentro muy ameno y claro todo lo que compartes . La lectura de tu libro me ha resultado un síntesis genial por su accesibilidad, a pesar de mis escaso conocimientos de bioquímica, de todo lo que uno debería saber para alimentarse con un buen criterio, y obtener salud . Además observo que incluyes la dimensión espiritual , sin la cual nada de todo esto puede encajar con sentido en una visión realmente amplia e integradora de la Realidad.
Muchas gracias por todo este gran trabajo.
Un abrazo.
Opinamos como tú Rodrigo. Ninguna parte del Todo puede ser comprendida sin las demás partes. La vida de un ser humano no puede ser analizada con un microscopio exclusivamente 🙂
Muchas gracias por tu mensaje.
Hola Carlos
Gracias por el articulo.
Tengo una duda: para una persona con keto de un año , con procentaje alto de grasa corporal cual pienses que es el valor oprima para Leptina en la analitica.
Gracias!
Tengo más conocimiento acerca de los síntomas de la disrupción de la función de la leptina que de sus valores en un análisis. Para mejorar la sensibilidad a la leptina, cuando uno tiene resistencia a la misma, es necesario minimizar el consumo de carbohidratos, exponerse al Sol del amanecer y comer pronto en la mañana a la vez que uno nunca termina de cenar más allá de las 19:30.
Saludos y gracias a ti.
Llevo solo unos dias leyendos y sois una pasada,no puedo parar de leeros,a cada cual mejor articulo,estoy fascinada con todo lo que descubro gracias a vosotros.
Solo llevo 25 días con la mente abierta y comiendo conscientemente,pero creo que no llego a comer toda la grasa que deberia o en algo fallo,hay dias que no tengo hambre y otros que despues de comer mi cuerpo quiere mas pero al rato se me pasa,es muy raro todo,algun consejo??
Me alegra no depender de la comida,y la verdad motivais mucho a seguir por este camino,gracias.
¡Hola Mónika! La desregulación hormonal provocada por años de malos hábitos se corrige de forma progresiva. Paciencia. Seguir leyendo información e implementando los hábitos correctos es la forma correcta de solucionarlo 🙂
Muchas gracias. Eso hare.🤗
¡Abrazo!
Me encantó el artículo, los verdaderos alimentos son los que creó Dios no el hombre. La comida nos ha vuelto esclavos, ahora a tratar de cambiar. Me encanta tomar sol, me genera felicidad. Gracias por toda la información que brindan. Saludos desde Chile
Gracias a ti, Carolina.
Cada palabra con tanto significado, millones de gracias por hacernos entender nuestra fisiología, leyéndote siempre, aprendiendo tanto cada día q pasa de toda esta comunidad, q pena me dá cuando miro atrás y veo lo mal q se ha hecho, pero siempre hay un despertar, gracias por hacernos partícipe de vuestro conocimiento, un saludo
¡Gracias a ti Nani!
Su contenido me tiene atrapado , le agradezco a la vida que me haya puesto su página en mi camino !!!! Gracias desde Puerto Rico
Mil gracias por tu mensaje. Nos llega 🤗
Hola Carlos y Ricardo, muy informativo el artículo.
Me surgen un par de dudas respecto del aumento de masa muscular, ya que lo que más escucho cuando investigo al respecto es que para conseguir aumentos significativos en la musculatura, es imprescindible el superavit calórico (incluso he visto atrocidades como rellenar las calorías faltantes con lo que sea, lo importante es llegar a «X» calorías del día).
Mi duda es entonces, ¿cómo hacemos en este caso? ¿Es necesario el excedente de calorías?
Además, y esto es algo más personal, se me hace un poco complicado comer más de la cuenta, sobre todo desde que practico el ayuno (tanto intermitente como prolongado) y desde que reduje los carbohidratos.
Por esta razón, también me surge la duda de si en esta situación en específico (aumento de músculo) sería válido forzarme a comer un poco más o realmente debería escuchar a mi cuerpo y dejar de comer cuando ya estoy saciado.
Lamento haberme excedido, pero es un tema del que rara vez puedo contemplar otra perspectiva más que la de «calorías esto, superavit, 5 comidas, etc etc» y prefiero aprovechar la instancia.
Un fuerte abrazo desde Chile!!
hola carlos buen dia , tienes las fuentes bibliograficas de la informacion a mano por casualidad?
Saludos y gracias por el contenido .
Hola
Es posible pasarse de proteína?